Una de las cosas todavía me siguen sorprendiendo es lo que hemos avanzado en la miniaturización de los sistemas informáticos. Hoy en día casi todos nosotros llevamos un potente ordenador en el bolsillo: el móvil. Los móviles de gama baja y media de hoy en día tienen más memória y capacidad de proceso que mi primer PC (un 286 con 1Mb de RAM y 40 Mb de disco duro), los de gama alta son superiores en prestaciones a los ordenadores de hace unos pocos años.
Es más, los llamados "teléfonos inteligentes" (smartphones) llevan una multitud de sensores (cámara megapíxel, LEDs, acelerómetros, giroscópios, brújula, etc.) que pueden convertir a un simple teléfono en un pequeño laboratorio de bolsillo.
Varias personas y grupos están creando aplicaciones para el móvil que ya se aprovechan de estas características. Algunos ejemplos son: espectrómetros (con la noticia original en inglés), análisis de orina, ecografías, análisis general (pulso, respiración y presión sanguínea), e incluso satélites.
Sobretodo no os perdáis esta conferencia del TED: Laboratorio del tamaño de un sello postal.
En definitiva por poco más de 500€ (precio realmente barato comparado con los equipos totalmente profesionales) se puede tener un pequeño laboratorio en casa.
S2
Ranganok Schahzaman
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